Digamos basta desde el arte

Visitamos la exposición «Arte para desnaturalizar la violencia hacia mujeres y niñas».

Organizada por la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) la muestra colectiva titulada «Arte para desnaturalizar la violencia» crea un espacio multidisciplinario dedicado a concientizar y visibilizar la problemática de género.

El Centro Cultural Sur, con sus pisos de madera eterna, se llena de colores para hospedar mensajes claritos: «No sólo golpes», «No te calles», «Tu genero no define tu oficio». En más de veinte obras de múltiples técnicas esta muestra tiene como fin utilizar el arte como una herramienta social de conciencia, una construcción necesaria para la lucha contra la violencia de género.

«El arte y la gráfica ayudan a entender y a ver más claro el problema y su impacto, por eso creemos que a través de una imagen se expresan rápidamente ideas y también se llega mejor, porque se movilizan, además de la razón, los sentimientos», consideró Mabel Bianco, representante de la fundación.

Por su parte, Mercedes Peñalva, una de las artistas que integra el proyecto desde 2012 cuando elaboraron el primer set de afiches motivada por las inquietudes sobre la problemática y con la necesidad de cambiar esa realidad, sostuvo que «el arte es una herramienta muy fuerte y poderosa para generar cambios en la comunidad».

Como artista cree que eso es posible, porque «a través de imágenes se puede visibilizar una temática que afecta a hombres y mujeres y a nuestro desarrollo como individuos y con los otros».

arte contra la violencia

Y sus primeras aproximaciones al proyecto son testigo de eso, dado que descubrió «el impacto que genera en los que nos rodean, ya que todos, más o menos, estamos atravesados por estas problemáticas».

Hay dibujos, stencils, serigrafías y acuarelas que retratan las distintas modalidades de ejercer violencia, una problemática basada en una concepción cultural muy arraigada que valora más al hombre que a la mujer, que es la más grave violación a los derechos humanos de las mujeres. El arte es confrontativo y expresa en cada trazo irregular, en cada pincelada abrupta, que las mujeres tienen derecho a vivir sin violencia.

«El arte debe movilizar, generar dudas, curiosidad, sembrar semillas que despierten conciencia e invitar a comprometernos, a tomar una actitud activa en la construcción de una sociedad no violenta» concluye la artista.

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