Ciclo de cine sardo en el centro cultural Ciudad Activa

Vecinos de Martinez disfrutaron de una jornada de cine sardo en el centro cultural Ciudad Activa. En esta oportunidad se proyectó, El árbitro, comedia grotesca dirigida por Paolo Zucca.

El sábado 22 de marzo se proyectó El árbitro, de Paolo Zucca. Conversamos con Ana Maria Ruiu, secretaria del Círculo Italo-Argentino de Raices Sardas de San Isidro, y coordinadora del ciclo que nos cuenta como surgió esta propuesta cultural para los vecinos de Martinez.

¿Cómo surgió esta iniciativa del Ciclo de Cine Sardo en Ciudad Activa?

Surgió por una conversación con el presidente del Círculo Raíces Sardas, Ezequiel Sarno, como habíamos hecho durante siete años, ciclo de cine italiano, con el Círculo, en el Teatro Martín Fierro, con nuestro director Juan Merelo, y un grupo de estudiantes de cine, decidimos hacerlo en Ciudad Activa. Durante esos años, en los ciclos de cine mechabamos un cortometraje nuestro, Destino Argentina, que tiene que ver con la problemática de la inmigración, y tuvimos la posibilidad de conseguir dos películas sardas del director Paolo Zucca, también sardo, El Árbitro, que se proyectó el sábado en Ciudad Activa, y El Hombre que compró la Luna

¿Cuál es la trama de la película ? ¿Se puede ver representada la idiosincrasia de Cerdeña a través de los personajes?

El Árbitro se estrenó en 2013, y acá en 2014 en la embajada italiana, vino el director con uno de los actores principales, Benito Urgu, un comediante muy conocido en Cerdeña, y otro de los protagonistas que es Jacopo Cullin. Estuvimos presentes como institución sarda. El director nos contó que la mayoría de los extras eran habitantes de los pueblos, estaba lleno de gente que quería ver el rodaje, y decidió hacerlos participar como extras, o sea son gente del lugar, con sus características regionales, sus costumbres y su idiosincrasia. La película es costumbrista, está filmada en blanco y negro, y es una comedia grotesca. Narra la historia de Cruciani, un árbitro que está en la capital y aspira a participar en las finales de Italia. Cruciani (Stefano Accorsi) se ve involucrado en un tema de corrupción, y de castigo, lo mandan al interior de Cerdeña. Allí debe hacer el arbitraje de un equipo de tercera división, el Pabarile, cuyo director técnico es ciego (Benito Urgu) y sueña con ganar el campeonato contra el equipo rival, el Montecastro, con la ayuda de un talentoso jugador, Matzutzi, (Jacopo Cullin) quien regresó de la Argentina. En cuanto a los personajes se muestran los ricos que viven en las ciudades y aparece el tema de la corrupción y; en los pueblos, los pastores, las rivalidades y venganzas que hay entre las familias. La violencia y pasión por el fútbol.

Stefano Accorsi como Cruciani un árbitro con aspiraciones en el futbol internacional.

¿Qué particularidades tiene la filmografía de Cerdeña?

La filmografía sarda es muy costumbrista, siempre en la filmografía sarda aparece un burro. Y es costumbrista, sobre todo por ejemplo, en las regiones del centro, las zonas de los pastores que le llaman la barbaya, o sea, la zona bárbara, no tan desarrollada como una metrópoli. Entonces siempre tienen una edición que la hacen muy particular, incluso a veces hasta como muy cruenta y violenta. Hay temáticas que por ahí son cuestionables, como por ejemplo la cavadora, que habla de alguna forma de la eutanasia. Por ejemplo El hombre que compró la luna, que es una película actual, es una coproducción italiana, argentina y albanesa, es muy divertida. En ese film específicamente se hace hincapié en muchas cosas sardas, por ejemplo, en el juego de la murra, que es un juego que se hace con las manos, es una competencia muy tradicional en Cerdeña. Cerdeña está muy rodeada de historias, leyendas y brujas. Siempre los sardos fueron bastante bravos en la defensa de sus tierras. Por eso también su carácter bastante imponente.Y toda esta cuestión mágica, misteriosa, de brujas y de personajes extraños, por ejemplo, también van apareciendo en esta película. Para filmar El hombre que compró la luna vinieron acá y se filmaron algunas cosas en la parte del hipódromo. Así que, bueno, también eso nos vincula de alguna manera a los sardos con toda  la problemática argentina, esa relación es muy fuerte, esa simbiosis que hay entre argentinos y sardos. Y sobre todo para nosotros, porque muchos de los sardos que vinieron se instalaron en la zona de San Isidro.

¿Qué expectativas tienen del ciclo de cine sardo?

La idea es tratar de pasar otras películas sardas, porque tienen que ver con nuestras raíces. Poder conseguir películas, por ejemplo, de las obras de Grazia Deledda, que fue premio nobel de literatura, hay una película muy antigua de una de sus obras, que es Chénere o Cenizas, que se hizo en función a su libro. Nos gustaría conseguir otras películas sardas, que estén subtituladas así más personas pueden disfrutar nuestro ciclo de cine sardo. 

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