Identidad de pensamiento o réplica del otro

¿El capitalismo en ciernes de una revolución? Sobre este punto giran las discusiones globales hoy. Alejandro de Guevara (*) entrega una mirada sobre el rol del Estado en materia de inclusión económica post pandemia.

OPINION. Los escenarios de la economía post pandemia y el capitalismo modelo 2020 traen consigo la necesidad de un Estado presente. Ahora bien, ¿será posible esto? Alejandro de Guevara entrega una lectura sobre las oportunidades y desafíos que esto conlleva.

En este contexto 2020, con los giros que ha dado el mundo; tomaré la acepción de la palabra crisis: “ruptura del funcionamiento de un sistema” (autores Pasquino, Bobbio y otros-1998).  He aquí la postura que creo debemos afrontar.  No tomar a una situación de crisis sólo con la negativa mirada sesgada.  De toda crisis, siempre hay oportunidades.  De hecho en materia económica y financiera, siempre existen fondos esperando adquirir posiciones en empresas en momentos que los administradores de éstas se encuentran tensionados, con la visión nublada y de gran deficiencia financiera. 

En artículos anteriores abordé el tema del presupuesto, retomando en simples palabras lista de nuestros ingresos y nuestros gastos.  En tiempos de crisis financieras, más aún servirá poner en práctica aquella herramienta; dado la dificultad en la actividad comercial como la disminución de ingresos.  Comenzar desde aquello que realmente necesito considerando que tengo cero ingreso para conseguirlo.  Ver las distintas formas en la que podemos buscar la saciedad de esa necesidad.

En el marco internacional, varios autores sociólogos y economistas; desde hace ya unos años vienen escribiendo sobre el rol del actual sistema económico preponderante.  El Capitalismo.  Algunos de ellos son Thomas Piketty, Bernie Sanders, Muhammad Junus y Joseph Stiglitz; entre otros.  Siento como una necesidad comunicar sus menciones para todos aquellos que no pueden acceder a esos datos, ya sea por desconocimiento, falta de recursos u otro motivo.  Todos ellos, y desde mi pensamiento económico, vemos que el capitalismo está a la puerta de una revolución.

Ahora bien, en la situación argentina, y desde una óptica del estado presente; este coronavirus no sólo produjo una visualización de la problemática en salud; sino que también traerá una pandemia económica.  Dicho esto en el caso de que se permita al sólo mercado autorregularse de acuerdo a la teoría de Smith.  Aquí en esta crisis se presenta el lado benefactor de lo que interpreto como un Estado Presente (lógico en cualquiera de sus tres niveles).

Todos debemos ser lo más transparentes posibles en la comunicación del mensaje.  Los hechos son hechos, no debemos teñirlos con juicios de valor sin especificar mención a ellos.  Esto es el principio de la comunicación.

Hoy día reuniendo datos, y con juego de palabras; de derecha e izquierda; todos y cada uno focalizan en aquellos sucesos que justifican su idea.

Tomemos 3 hechos que se encuentra cursando nuestros país: la baja de ingresos, la negociación de sus pasivos y la recuperación de sus acreencias.

Respecto de la primera, el mercado se autorregula creando mounstruos corporativos y realizando fusiones.  Que sucede: bajan los ingresos, las pymes no tienen facturación, no hay posibilidad de subsistencia; entonces aparecen aquellos capitales salvajes para comprar por migajas lo que ellos consideran productivos.  En el medio, hay ajustes que en la historia de los 70 a la fecha, siempre han empezado con la disminución en la masa salarial.  Primera respuesta: el Estado como presente impulsa medidas para sostener el consumo y no llegar a esa situación de asfixia.  Ejemplos IFE, ATP, moratorias impositivas, diferemiento de vencimientos de tasas municipales, diferimiento de alquileres, créditos blandos. Segundo, la mano del Estado debe primero llegar al consumidor, y desde ese punto dinamizar la actividad hacia arriba, empresas; y luego vuelve al Estado a través de recaudación.

Segundo, los pasivos; los dos puntos más importantes dentro del sistema capitalista en el cuál está inserta la Argentina; deuda en moneda extranjera y recupero del circulante excesivo.  De la posición sobre la deuda ya lo he abordado en artículos anteriores; sin embargo reitero nuevamente la defensa del bien común y aplicar intereses razonables.  Está el dicho, el muerto no paga.  Este estado presente inyecta más pesos a través de la emisión de dinero.  El resultado futuro deberá ahorrarse en mejor gestión de los recursos para proceder a recuperar el exceso de dinero, y así no producir efectos de corrida inflacionaria.  Hoy día esto último no puede encuadrarse por el estancamiento y déficit económico.

Por último lograr el recupero de acreencias.  Aquí el Estado para apuntalar las dos situaciones anteriores debe primero revisar una auditoría general de bienes, y en qué situación se encuentran los cobros y negociación de las últimas ventas aún no saldadas.  Luego, realizar una revisión general de los contratos de usufructo de los recursos (energía, minería, ríos, etc).  Ver cómo se encuentran los cánones acordados y las obligaciones por terceras partes contraídas.  Y finalizando ver las acciones tendientes a recuperar los préstamos otorgados en todos los niveles y los medios de repago de los mismos. 

Aquí hoy día está muy en tema Vicentin.  La vara se mide igual para todos, si por un lado debemos acordar con los fondos extranjeros por nuestra deuda, más pues entonces tenemos el mismo derecho de exigencia por nuestras acreencias.  Es mi posición que el Estado presente quiso asegurar que esta empresa continúe operativa y que no se desmiembre en un proceso de concurso.  Pudo haber sonado errónea el método, pero no así el fin.  Ya se ha dicho antes, el muerto no paga; y si no se mira los detalles y de concurso luego pasa a quiebra por no haber acuerdo.  ¿Quiénes serían los responsables?  ¿qué dirián los contralores? ¿El empleo? Les recuerdo a los lectores, cuando antes Argentina no se había puesto de acuerdo en el saldo de negociación de deuda de menos del 15% de la acreencia, fueron estos últimos que salieron a litigar pidiendo embargos de los bienes argentinos.  El vidrio de la lente debe verse igual de ambos lados.

(*) Alejandro es Contador Público Ncional (UBA), capacitador del IADEPP con certificación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y columinsta de CiudadSi desde el 2019.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *