Otro gran paso hacia la inclusión social

El testimonio de Miguel Angel Arias, un hombre que pudo acceder a su identidad gracias a la labor de IADEPP.

La historia de Miguel Angel Arias, vecino de Boulogne que tras 26 años indocumentado pudo acceder a su primer DNI. Los números y consecuencias de una problemática que involucra más de 150.000 menores y otros tantos mayores en Argentina.

«Ahora que tengo DNI estoy feliz.» El enfásis que pone Miguel Angel Arias (26) en esta última palabra hace notar lo importante que es tener acceso a la identidad como habitante de un territorio. Comenta que lo que peor le hacía era la discriminación que sufría: «Cuando te tratan de NN es muy duro, uno siente verguenza y no sabe como seguir.» Miguel Angel es otro indocumentado que llega a su identidad como resultado del incesante trabajo del Instituto Abierto para el Desarrollo y el Estudio de Políticas Publicas (IADEPP) este año.

Cuenta que llegó a conocer la tarea de IADEPP por su cuñada, quien hace un tiempo accedió a su primer documento junto con su hermano. Vecino de Boulogne y fanático de River se muestra agradecido por «la gran mano» que le tendió el Instituto: «No tengo palabras para agradecer lo que hicieron por mí, en especial Jorge (por Álvarez, colaborador histórico de IADEPP).»

De noche, Miguel no podía moverse por su barrio tranquilo ya que sin identificación, la Policía  tiene la potestad para llevarlo a la comisaría todas las veces que requiera investigar sus antecedentes. Eso le sucedió más de una vez: lo detenían y salía al cabo de unas horas. «Duele que a uno lo traten mal por no tener documento». Hoy muestra su DNI cuando lo frena la policía y evita esas situaciones negativas, camina sereno y con la mirada en alto cuando se cruza un móvil.

«Ahora que tengo documento puedo darle muchas cosas a mi familia» dice orgulloso. «Voy a poder tener un trabajo en blanco y con eso hacer todo lo que siempre quise.» Concluye con una felicidad enorme cuando se refiere a una de las problemáticas más grandes que trae el hecho de no tener documento: el acceso a un trabajo.

En los papeles no existen, es complicado ser exactos pero se sabe que el suyo no es un caso aislado. Está reconocido oficialmente que hay cerca de 168.000 argentinos menores de 17 años que, como Miguel y su hermana, transitan por el país como verdaderos NN, sin poder ejercer derechos elementales como votar, educarse, trabajar en blanco, curarse, acceder a un plan social segùn las cifras que se desprenden del informe realizado por IADEPP junto con el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. La pobreza económica y cultural, combinada con la burocracia que se le imprime a los trámites una vez vencidos los plazos legales atentan contra la regularización de estas personas.

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Miguel, de 26 años, ya puede caminar tranquilo por la calle.

 

«La indocumentación es un problema estructural que tiene que ver con una pobreza cultural que va más allá de la falta de ingresos. Los indocumentados no tienen los recursos materiales ni simbólicos para sortear los obstáculos que se les presentan -dice Jorge Alvarez-. Falta comprometer a la dirigencia política y social de nuestro país para que dimensionen lo que significa seguir aceptando que haya personas en esta situación de enorme vulnerabilidad de derechos, luego de 30 años de democracia estable en nuestro país. Por eso, hemos de insisitir en lograr indocumentados Cero.»

Leyes y decretos que defienden y reglamentan el acceso a la identidad
Decreto 415 (2006)
Se defiende la obtención gratuita del DNI a los 0 años en afinidad con la Protección Integral de los Derechos de Niñas y Niños y Adolescentes.
Ley 26.413 (2008)
Dictamina que pasado el plazo legal de 40 días, los registros públicos deberán anotar a los niños de oficio.
Decreto 90/09 (2009)
Establece la adquisición del DNI por vía administrativa como carácter extraordinario para los niños de uno a 12 años de edad.

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