Jorge Meijide: «A través del humor se pueden decir muchas cosas»

Nos recibió en su casa-taller de San Isidro, donde dicta clases de dibujo y atesora pinturas, esculturas y recuerdos de su paso por las revistas Tía Vicenta y Humor.

Charlamos con Jorge Meijide»Meiji», artista visual, dibujante y humorista gráfico, fue impulsor del Museo del Juguete de San Isidro, y creador de la emblematica historieta «La clinica del Doctor Cureta». Hoy fiel a su pasión por el dibujo y las artes plásticas dicta clases en su taller con mucho oficio, dedicación y sensibilidad.

-¿Cómo empezó su camino en el dibujo y las artes visuales?

Yo empecé de chico a dibujar, cuando tenía 12 años vivía en San Fernando y una profesora de un taller modesto de barrio, me enseñó a trabajar la carbonilla, el pastel y el óleo. Después en el colegio cuando había que dibujar el cabildo o la casita de Tucuman, cosas icónicas yo lo hacía con esmero, con tinta china y colores, y a veces un compañero me pedía que le hiciera los dibujos . En 1972 ingresé a la Asociación Estímulo de Bellas Artes, una institución centenaria, y empecé a hacer modelo vivo y a presentar en exposiciones, paralelamente empecé a publicar en revistas porque hacía humor gráfico. En esos años empecé a estudiar la carrera de Medicina.

-¿En qué año ingresó en la revista Tia Vicenta?

El año 1978 ingresé a la revista Tia Vicenta hasta 1979 cuando cerró por problemas financieros. Llegué en pleno mundial y ahí conocí a Landrú, que resultó ser un Jefe con mucha calidez y sencillez, un director y editor de mucho prestigio. Nos incluía en todos los eventos. Fue una época maravillosa de las revistas.

-¿Durante sus años en Tia Vicenta, sufrió censuras por parte del gobierno de facto?

Estábamos en dictadura y había que cuidarse en lo que uno decía, subliminalmente decíamos cosas, el humorista no puede estar callado. A través del humor se pueden decir muchas cosas. Empezamos con Martínez de Hoz que era la parte económica y era lo más vulnerable para empezar a hablar. 

-¿De allí pasó a la revista Humor?

Era una época de muchas revistas Tia Vicenta,  Humor,  Hortensia en Córdoba, Mengano y Chau Pinela, y en el año 1978 le llevé mis dibujos a Cascioli director de la Revista Humor que era la continuación de Satiricón, le gustaron y empezó a publicarlos. Estuve hasta el año 1999 cuando cerró la revista.

-¿Allí surgió la historieta del Dr. Cureta?

Estaba en pleno ejercicio de la medicina y había vivido muchas cosas con directores de clínica con chantadas, cosas truchas y curros entonces le dije al director que me gustaría hacer una historieta hablando de la medicina, de la situación de los médicos y propuse que la dibujara Ceo. A Cascioli le gustó la idea y me dijo que sí. Le mostré a Ceo los personajes: Cureta, los residentes, las enfermeras y dibujó muy bien. Pensé a quién le podría interesar este tema pero como empecé a tocar el tema de las obras sociales, los trámites engorrosos que había que hacer, en definitiva  la burocracia, la gente se sintió identificada y la historieta prendió en la gente. 

-La historieta permitió denunciar a través del humor la mercantilización de la salud, algo que pocos mencionaban en ese momento.

Si, estábamos en dictadura, pero muchos médicos residentes, trabajadores rasos me venían a ver a la redacción o me dejaban una cartita y su teléfono para que contara lo que estaba sucediendo en su hospital, porque no se animaban a contar lo que pasaba. Incluso yo iba a veces a los hospitales a buscar datos e información. Después se hizo la película y yo hice el guión, que contó con la participación de Gianni Lunadei como Cureta y tuvo mucha repercusión también.

-¿Cómo surgió la idea de crear el Museo del Juguete?

En el año 1997 hice una muestra en el Taller de Realización del Teatro Colón, que se llamaba Cuadernos de clase, referida a mi escuela primaria que fue en los años 50’. Entonces hice útiles escolares en gigantografia escultórica: el tintero como una escultura gigante en telgopor, la germinación del poroto y la goma de borrar azul y roja. Luego en un viaje a Alemania visité el Museo del Juguete de Stuttgart. Me maraville y pensé «tiene que haber algo así en Argentina«, imaginate un piso dedicado a los trenes eléctricos, un piso dedicado a los  juguetes de lata, otro para Disney. En el año 2000 hice una muestra que se llamó Espejito vale doble en vez de hacer útiles hice juguetes: un balero grande de un metro de diamétro que está en el Museo del Juguete, un trompo y un autito de carrera. Con la carpeta lo fui a ver al ex intendente Gustavo Posse y le gustó la idea. Llevó bastante tiempo encontrar el lugar adecuado. Hasta que Elena Tufro una amiga que trabajaba en la municipalidad me avisó que había una vivienda en el Centro Arenaza donde se podría instalar el Museo del Juguete.

Museo del Juguete de San Isidro, ubicado en Parque Arenaza de Boulogne.

-¿Y en que año se pudo concretar?

Se inauguró en el 2011, pasaron 10 años hasta que se pudo concretar el proyecto. Pero con muchos amigos lo fuimos pensando antes de que se oficializara el espacio fisico y formamos la Asociación Amigos del Museo del Juguete. Con Elena Tufró, Klaus Spatz, Roberto Polinessi, Glorita Lafita, Maria Pia Suarez Caviglia muchos artistas y otros no, se motorizó toda la idea, y Ricardo Olivera . hicimos muestras de yo-yo y baleros intervenidos por artistas y eso lo vendimos y con eso pudimos hacer una casita comprar computadores, una camara de fotos y uniformes para los guias. Después hicimos una muestra muy linda se sumaron Cecilia Pitrola, que fue directora del Museo, Ricardo Olivera Wells que donó parte de su colección.

-¿Cuál es su próximo proyecto?

Ahora estoy exponiendo en Cafeteria Zeli frente a la Plaza 9 de Julio en Matinez, unas obras que referencian mi paso por Holanda a fines de los 60´. Ahora tenemos pensado una muestra colectiva que se va a llamar Tricampeones donde vamos a abordar los mundiales de fútbol desde la plástica y el humor y lo vamos a exponer en el mes de octubre en el Colegio de Abogados de San Isidro.

Periodista: Eugenia C. Sce

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